Técnicas Manuales 

Estiramiento analítico: Pretende normalizar la longitud de las sarcómeras acortadas del PGM. Es válido para músculos con PGM no demasiados activos. En estiramientos pasivos, la duración no debe ser inferior a 30 segundos.

En estiramientos activos, la duración debe ser de 10-15 segundos.

Estiramiento (acción) y spray frío (distracción): se emplea una estimulación cutánea para bloquear la sensación dolorosa. La aplicación de frío constituye un estímulo térmico y táctil que, actuando a nivel medular, permite que el estiramiento sea mayor (inhibición del reflejo miotático) y menos doloroso. La técnica se inicia con la aplicación de frío sobre el músculo y en dirección a la zona de dolor referido, al tiempo que estiramos. Estos pasos puede repetirse hasta alcanzar la longitud completa del músculo, no obstante, no se debe enfriar la piel más de tres veces seguidas sin calentarla. Para ello aplicaremos calor húmedo cada tres ciclos.

Técnicas de compresión: mediante pulgares reforzados o palpación en pinza. Se debe estirar el músculo hasta el límite del dolor, en esta posición se aplica una presión sobre el PGM. Esto jamás debe provocar dolor excesivo ni respuestas vegetativas. A medida que la molestia va disminuyendo, se incrementa la presión. La técnica se aplica entre veinte (20) segundos y un (1) minuto. Tras ello, es aconsejable estirar el músculo.

Masoterapia: amasamientos circulares que se van superponiendo al PGM, al  tiempo que se incrementa la presión. El masaje de frotamiento longitudinal profundo y lento (8 mm/sg) consiste en una serie de frotaciones profundas y lentas aplicadas sobre la piel lubricada, en sentido longitudinal a las fibras del músculo.

Percusión y estiramiento: diez percusiones con un martillo de reflejos, a razón de una (1) percusión cada cuatro (4) segundos. Una vez percutido el músculo, se estira.

Técnica de relajación post-isométrica: se coloca el músculo en estiramiento confortable, solicitando en esta posición una contracción isométrica de cinco (5) o siete (7) segundos, seguida de una fase de relajación de dos (2) segundos, tras la cual se gana en estiramiento. El proceso se repite tres (3) o cinco (5) veces.

Técnica excéntrica de Mitchell: el paciente debe resistir el estiramiento, pero permitir avanzar en estiramiento al terapeuta.

Técnica de Lewit: es una técnica isométrica cuyo objetivo es enfatizar en la relajación muscular, más que en el estiramiento. Para ello se sirve de cuatro bajo elementos:

A) Contracción isométrica lenta y suave (10-25% de la fuerza máxima) de diez (10) segundos de duración en el tiempo inspiratorio (el paciente debe hace apnea en caso de que no llegue a los diez segundos inspirando). A continuación pedimos al paciente que relaje el músculo mientras lo estiramos.

B) Respiración: contracción + inspiración, relajación + espiración.

C) Efecto de la fuerza de la gravedad: resiste la contracción y asiste la relajación.

D) Movimiento Oculares: los movimientos oculares facilitan el movimiento de la cabeza y del tronco en la dirección en la que se mira, al tiempo que inhiben el movimiento en la dirección contraria. Los movimientos oculares no se deben exagerar.

Técnica de Jones (Técnica de liberación por posicionamiento): consiste en colocar pasivamente al músculo en posición de confort máximo, es decir de mínima tensión. Esto se consigue acortando notablemente  el músculo y poniendo en tensión a sus antagonistas. La posición de máximo confort se mantiene durante noventa (90) segundos y la vuelta a la posición neutra se realiza muy lentamente y pasivamente.

Técnicas de inhibición neuromuscular integradas: Chaitow ha integrado diferentes elementos de técnicas distintas (compresión isquémica, relajación post-isométrica y técnica de Jones) para diseñar dos métodos para inactivar PGM.

El primero de ellos consiste en aplicar la compresión isquémica durante unos veinte-treinta  (20-30) segundos sobre el músculo colocado en posición de máximo confort. Inmediatamente se le pide al paciente una contracción isométrica de las fibras musculares que contienen el PGM durante siete-diez (7-10) segundos. Después se le pide que relaje las fibras, y aprovechando esta relajación, se estira pasivamente el músculo.

El segundo método sustituye la contracción isométrica seguida de estiramiento por una contracción excéntrica de mediana intensidad. Chaitow aconseja seguirla de maniobras de frotación suaves y/o aplicación de calor.

Técnicas Instrumentales

Ultrasonidos: la investigación clínica se decanta claramente por el uso de US continuo frente al pulsátil en este terreno.

Zohn y Mennell proponen la aplicación de US continuo a una potencia de 0,5 W/cm2 con un movimiento circular efectuado en uno-dos (1-2) segundos.

Nielsen utiliza también US continuo pero a una potencia creciente. En primer lugar busca el umbral del dolor incrementando la potencia del US. Una vez lo ha alcanzado reduce la potencia a la mitad y durante dos-tres (2-3) minutos siguientes la va aumentando gradualmente hasta alcanzar el umbral establecido.

Electroterapia: se han propuesto diferentes modalidades de electroterapia en el tratamiento de PGM: corrientes galvánicas, diadinámicas, de Träbert, interferenciales, TENS. Recientemente se han incorporado dos nuevas modalidades: las microcorrientes y las corrientes galvánicas de alto voltaje.

Otras: terapia combinada, láser (aumenta el umbral del dolor a la presión), biofeedback y las ondas de choque. Estas últimas se proponen como utilidad tanto diagnóstica como terapéutica.

Pedro A. Férez

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